Quienes tengan unas cejas poco pobladas o quienes quieren prescindir del maquillaje -al fin y al cabo, mucho más efímero- para hacer un diseño de cejas o rellenarlas, han encontrado en el microblading la fórmula perfecta para lograr un resultado duradero y de fácil mantenimiento. Esta técnica, basada en tatuar los cabellos como si de pelos naturales se tratase, se ha convertido en la favorita de medio mundo para lograr esas cejas perfectas que, ahora que la mirada se ha convertido en la absoluta protagonista de nuestro rostro, son más importantes que nunca. Pues la buena noticia es que ha surgido un nuevo método de larga duración que, aunque todavía bastante novedoso en nuestro país, podría desbancar al microblading.

Desgranamos qué es el microshading, cómo funciona y por qué podría convertirse en la alternativa preferida de muchas.

Microshading vs. Microblading

Esta nueva técnica, bautizada como microshading o simplemente shading, recibe su nombre porque “consiste en ‘sombrear’ las cejas, dándoles un aspecto de ceja maquillada”, explica la experta de Tacha. Realmente, la diferencia con el microblading no es tan grande, pues ambas se basan en “sombrear la zona, depositando manualmente un pigmento en la capa basal de la epidermis. La diferencia, por tanto, reside en la manera en la que se completa la ceja, pues con el microblading “dibujamos ‘pelitos’ para formar una ceja, rellenar una carente de pelo o definirlas, mientras que en el shading, se hace una especie de ‘puntillismo o pixelado’ para recrear un aspecto de ‘polvo’ o de maquillaje”, apunta Anabel Gornés, experta maquilladora y diseñadora de cejas y colaboradora en los centros de estética Tacha en Madrid.

¿Cómo funciona el proceso del microshading?

Aunque el proceso del shading en sí es bastante estándar, cada especialista tiene su propio método para lograr un resultado perfecto. La experta de Tacha explica cómo funciona todo el tratamiento: “En mi método Gornés Brows, antes de nada diseño la mirada, siempre teniendo en cuenta los rasgos de la cara, pero sobre todo utilizando al máximo posible la ceja natural, incluso hay ocasiones en las que no depilo nada la ceja y logro un diseño ideal para perfeccionarlas, ya que es mi manera particular de lograr diseños hiperrealistas.

Después, de manera manual, voy ‘pixelando’ la piel mediante depósitos de pigmento orgánico en la capa basal de la epidermis, para lograr ese efecto ‘sombreado’ en las cejas”.

¿Cuál es la técnica más natural?

Aunque ambos métodos están pensados para lograr un resultado natural además de duradero, el efecto que se consigue es diferente. “En el microblading, que es la técnica que principalmente utilizo para crear las Gornés Brows, se logra el efecto ‘pelo a pelo’, mientras que en el shading se logra un efecto de maquillaje. Son distintas y en ocasiones el diseño te demanda combinar ambas”, explica la experta. Entonces, ¿cuál escojo?

Aunque la especialista valorará cada caso, en líneas generales recomienda el microblading para las que “buscan la absoluta naturalidad, ya que estamos formando una ceja simulando ‘pelos’, por lo cual es un aspecto más real”, mientras que aconseja el shading para quienes busquen un resultado que parezca maquillado, ideal si queremos un look más pulido.

Otra opción para un acabado más redondo, y que Anabel Gornés también practica, es la de combinar ambas técnicas, pues “el microblading nos da un ‘esqueleto’ de ceja y el microshading un ‘maquillaje’ de ceja, así que nos dará unas cejas perfectas y maquilladas”.

¿Cuánto dura?

Para empezar, hay que aclarar que el resultado inicial no es el definitivo, pues al principio, al igual que ocurre con el microblading, se ve más intenso. Por eso, la especialista de Tacha señala que “al mes es cuando la piel está ya regenerada, y de hecho habrá una pérdida de pigmento desde un 20% hasta un 60% inclusive, por eso es necesario una segunda sesión para poder devolver pigmento a la piel y así dar por terminado el proceso. Es recomendable retocar al menos una vez al año”, añade.

Asimismo, para garantizar unos resultados a largo plazo, la experta recomienda “evitar siempre productos o cremas que puedan aportar grasa a la zona de las cejas”, aunque advierte de que la durabilidad también está muy condicionada por “el tipo de piel y hábitos de cada persona”.

¿Es una técnica dolorosa?

De nuevo, en este aspecto se trata de un método similar al del microblading, pues al fin y al cabo hablamos de realizar una especie de tatuaje en las cejas. Sin embargo, que esto no nos amedrente, pues aunque el umbral del dolor es distinto para cada persona, en general Anabel Gornés confirma que “es perfectamente tolerable, no es doloroso, pero puede ser un poco molesto solamente”.

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Fuente: vogue.es

 

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