Tener a mano las lacas de uñas que más te gustan —sean colores más clásicos o propuestas más arriesgadas y tendencia pero igual de elegantes— es tan importante como aplicar todos esos productos (y gestos) que no destacan tanto, pero que son fundamentales para lucir una manicura saneada e hidratante.
Porque los fortalecedores de uñas, las bases y los top coats reparan las uñas, y reducen las roturas y las grietas gracias a fórmulas con colágeno, ceras estructurantes o aceites naturales.
Después de su aplicación, las uñas brillaran con colores intensos que captan la luz y permiten que el tono se mantenga intacto durante días. Además, hidratan, secan con facilidad y hacen que las uñas engorden y sus tres capas se unifiquen. Hazte con ellos porque además son muy asequibles.
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